Viernes por la tarde. Mientras que la oscuridad y el mutismo se han ido haciendo dueños de las calles, el interior de la pista de hielo es un hervidero de vida.
El frio tiene muchas variantes de ocio, y esta es una de ellas. Amigos y familias se reencuentran en la cita semanal con su deporte favorito. Si eres eslovaco, debes saber patinar sobre hielo, parece decir el cartel de bienvenida de la entrada.
Cuchillas bien afiladas, doble vuelta a los cordones, guantes y mi pareja de baile. Mi primera clase sobre hielo esta a punto de empezar. Todo es proponérselo...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario