(pico y pala para arrancar el hielo que tiene obstruido calles y vías y poder traer este post que tuvo lugar un soleado pero glacial 21 de enero de 2012)
Por un momento olvide la conversación y me centré en la cantidad de aire caliente que expulsaba al espirar, producto del frío que hacía entre aquellas viejas paredes, bocanadas que rápidamente se desvanecían. Un rápido movimiento del brazo derecho del párroco me trajo de vuelta a la realidad.
- “…e intentamos mantenerlas en buen estado de conservación, pero es complicado. Nos encontramos solos, no recibimos ninguna ayuda del estado, y es una lástima…”.
Volví a dar un paseo con la mirada de 180 grados, y seguía recibiendo las mismas sensaciones de grandeza que sentí en mi llegada a aquella pequeña sala principal del templo de Ochtiná. El altar ejercía en el centro de anfitrión, y a su alrededor un conjunto de maravillosos frescos, grabados que ocupaban todo centímetro de cemento y piedra cuyos colores mantenían la viveza de siglos anteriores.
Me encantaba la sencillez que acompañaba a aquella obra de arte olvidada por el tiempo. Perdiendo un poco más la mirada por el alrededor, encontraba flores recién traídas colocadas con esmero entre los bancos de madera, pequeños libros de pasta negra semiocultos con más años que tu y yo juntos esperando ser abiertos, alfombras sobre los desgastados mosaicos que impongan la digna importancia del lugar. Posiblemente, es ese anonimato de desconocida joya el que hace posible transmitir aún a día de hoy esas sensaciones de épocas pasadas.
Alrededor de la región de Gemer, en mi querida Eslovaquia, hay un conjunto de aldeas y pueblos que pueden presumir con orgullo de tener las capillas y templos más bonitos del país. En el siglo XIV, un pintor anónimo que residía por estos parajes se encargo de representar la vida de Jesucristo sobre las paredes interiores de estas longevas construcciones, dejando una huella cultural de incalculable valor. Ochtiná o Kocelovce son algunas de estas afortunadas poblaciones.
“This is not only a region of fairy tales and legends, but also the region of the human spirit development, inquiringly and exploratory intelligence. Living synthesis, created by nature touching the spirit of history”.
La cita es de Milan Kraus, poeta de la región de Gemer. No le falta razón.
(gracias a mi amigo Juraj por este sorprendente paseo en la máquina del tiempo, fue un excelente guía y mejor compañero, dakujem!)
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