Me perdía entre tanto escalón a través de aquella espiral blanca. La subida a la torre fue algo más incómoda de lo que pensaba, por la estrechez del camino y mi altura. Cada vez que me topaba con alguien bajando, surgía la misma duda: ¿Bajo todo de nuevo para dejarle pasar o paso por debajo de sus piernas?¿Pasa usted por debajo de mis piernas?¿Le acompaño hasta arriba de nuevo y ya luego baja? Era bastante divertido vernos las caras sin saber muy bien que decisión tomar.
Cuando llegas al centro histórico de Bardejov, además de fascinarte su plaza, lo primero que piensas si tienes un mínimo de afán aventurero es: “Quiero ver las vistas desde allí arriba”.
La ciudad está dominada por la iglesia monumental de San Gil y su picuda torre. Mencionada por primera vez en el siglo XIII, es una basílica formada por tres naves con múltiples capillas, albergando preciosos altares.
Desde lo alto, tal como pensabas cuando estabas en su base, las vistas son espectaculares. En primer plano, la plaza central, una joya medieval que ha permanecido intacta a lo largo de los años, rodeada por casas de burgueses bien conservadas de estilo gótico y renacentista que lograban formar un rectángulo perfecto. Al fondo, el casco antiguo, todavía bajo la protección de las viejas murallas, y el resto de la población, con la colina presidida por una capilla en último término.
Desde lo alto también disfrutas de la brisa con aroma de otras épocas, aquellas donde aun no habías nacido.
Todo el territorio que ahora permanecía bajo mis pies ha sido una fuente de atracción para numerosos pobladores desde tiempos remotos. La primera referencia escrita a la ciudad data de los años 1240, cuando monjes de Bardejov se quejaron al rey sobre una violación de las fronteras de la ciudad por parte de su vecina, Prešov. Para entonces, la iglesia de San Gil había sido ya construida, y décadas más tarde, la ciudad se convertiría en un centro de comercio con Polonia. Bardejov ganó su estatus de ciudad real, aunque su edad de oro acabó en el siglo XVI, cuando varias guerras, pandemias y otros desastres hicieron presencia en la región.
Situada al noreste de Eslovaquía, Bardejov puede presumir, entre otras muchas cosas, de ser una ciudad Patrimonio de la Humanidad declarados por la UNESCO. Ese centro urbano medieval termina conquistando corazones. Mi memoria suele engañarme bastante, pero posiblemente no haya pisado una plaza medieval tan bella como esta en mi periplo europeo. Un par de suspiros, unas cuantas fotos, un poquito más de fresca brisa con aroma de otras épocas, y vuelta a la divertida estrecha escalera de caracol. Tocaba bajar.
(esta vez, la bajada pude hacerla seguida de un tirón…)
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