Ubicada en la zona noroccidental de Eslovenia, a pocos kilómetros de la frontera con Austria, la población de Bled y su lago glacial son el tesoro que cualquier mortal desearía para unos días de descanso. La pintura que pondrías en algun hueco de pared de tu casa. El dulce que te da pena comerlo de tan bien hecho que está.
Hoy no quiero colocar ninguna narración entre las fotografías, letras que distraigan tu atención de lo verdaderamente importante en Bled, su visión y su silencio, su maravilloso silencio, con el único ruido de la naturaleza acompañándome. Porque la belleza de estos terrenos terminan dejándote sin palabras.
(... pues eso ...)
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