- Siéntate aquí, y disfruta del paisaje – parecía decir el sol antes de ocultarse definitivamente – porque mañana, cuando despiertes, podrás decir que presenciaste uno de los mejores atardeceres de tu vida.
El ocaso del astro se producía instantes despues de llegar al margen del estanque que acompaña fielmente al Monumento de Alfonso XII, una gran columnata con un gran número de esculturas que rodean a la estatua ecuestre del rey, todo ello en bronce y mármol.
Todo el mundo le daba la espalda al monumento. El espectaculo acontecía en el horizonte, donde un grupo de colores libraba su particular batalla por hacerse con los dominios del cielo. Tanto ellos como la multitud de sombras del parque se reflejaban en el agua, el espejo que servía de ventana para la otra realidad. Realidad a la que terminabas rendido.
La película que siempre se repite, que conoces su final, pero que te atrapa como el primer día. Minutos que se hacen cortos. Diferentes lugares, diferentes épocas, diferente compañía, pero una misma sensación: felicidad.
(desde el Parque del Retiro, en Madrid, una ciudad de sobra conocida por todos pero que siempre te sorprende; mientras llega el día de hablar de la capital de España, unas cuantas fotos más de este precioso parque, incluyendo el Palacio de Cristal, a máxima resolución, pinchando AQUÍ; Blanca, gracias por el paseo)


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