La llegada. Dulce y cariñoso. Cara de no haber roto un plato.
Disimuladamente entabla visión con su eterno enemigo.
Prueba a hincarle el diente. La zapatilla no se queja.
Empieza a coger confianza. Eso no le gusta a la zapatilla.
La zapatilla contraataca. Logra tumbar al gato.
Aparece la figura del mediador para intentar poner calma en el conflicto.
LLega el arrepentimiento.
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